jueves, 29 de diciembre de 2016

Cerebro y sensibilidad


La sabiduría no depende solamente del cerebro frontal. La verdadera sabiduría nace del tálamo y del hipotálamo. La sabiduría es fuerte cuando estos cerebros son fuertes. Cuando se leen muchas obras filosóficas, únicamente trabaja el cerebro intelectual mientras que el cerebro primitivo se debilita. De este modo nace un desequilibrio entre los dos, en algunos casos productor de cansancio, de neurosis o de locura. La memoria se debilita cada vez más y se fatiga, aunque el cerebro frontal esté bien desarrollado por la lectura de libros, hasta desaparecer con la vejez. 

Las cosas se graban en el cerebro a través del hipotálamo. Únicamente la esencia de las cosas permanece en el subconsciente y durante el zazen surge a la superficie. Las cosas que han impresionado fuertemente a mi cuerpo (no se trata de pensamientos sexuales) vuelven a surgir gracias al zazen. Los sutras, las conferencias de mi Maestro, todas las cosas importantes han marcado mi tálamo y no mi memoria.

Sin embargo, en mi época de estudiante sufrí mucho intentando almacenar saber y más saber para aprobar los exámenes. Pero lo he olvidado todo. 

Durante el zazen, cuando hablo, las palabras penetran en vuestro tálamo y se convierten en semillas que brotarán dentro de cinco, de diez o de veinte años y se convertirán en sabiduría. 

Esta es la psicología más elevada. 




A Carmen, porque su valentía no conoce límites ni en el dolor más extremo. 

 A Cris, por presentarme al maestro Deshimaru.

Y a todos aquéllos que, como ellas, habéis sembrado las partes más recónditas de mi cerebro. 



miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ángel González, el fantasma de la Navidad pasada



21 de diciembre de 2014. Cecilia rompe a a llorar en el concierto de Navidad del MET, Bea esucha alguna de las conferencias sobre Malevich, emocionada, Miguel Ángel responde al teléfono tratando de contener las lágrimas. Los muros de facebook se inundan de elegías y agradecimiento. Ángel González ha muerto. 

Nunca llegué a conocer a Ángel González. Cuando por curso académico me correspondía como profesor, estaba huida en lo cielos de Florencia y Granada. Más tarde, al empezar a trabajar en la facultad, cruzamos alguna palabra en la cafetería, pero estaba ya enfermo, y muy cansado. Sin embargo, puedo ver como tocó la vida de mucha gente, historiadores del arte en su mayoría, y como llenó de orgullo y poesía nuestra profesión. 

Fue tras leer Roma en cuatro pasos cuando fundé este cuaderno de notas y bibelots. Cuando entendí el poder de lo fragmentario, de las ideas puras, de implicarse realmente con lo que se escribe y ajustarse a lo formatos sólo cuando a uno le da la puta gana. A ser un poco urraca y buscar en la pintura el reflejo del barniz, algún rayo de sol, una nariz simpática. Separar el ojo de la visión, exorcizarlo de nuestro ego e intelecto, que es lo mismo. Y, por fin, ser libres. 

No conocí a Ángel González, pero el ejercicio de libertad que fue su vida y su carrera es el mejor de lo ejemplos a seguir. La perfección de lo imperfecto, la belleza de la honestidad. Ayer, en nuestro homenaje particular, Eva exclamaba: "¡Ángel hizo siempre lo que le dio la gana!". No cometamos nosotros el error de no hacer lo mismo. Todavía estamos a tiempo. 

sábado, 3 de diciembre de 2016

Somos luna


Dos veces este año, en Londres y en Sevilla, me ha mirado desde arriba la Inmaculada de Velázquez. La pillé en sus últimas funciones en la National Gallery, y ayer casi me guiña un ojo en la expo temporal de los Venerables. Parece que me persiga, de la misma forma que estos días me persigo yo a mí misma. Y la respuesta, para Ella, para todas, para mí: somos luna. Movemos el mar, las ballenas, engendramos criaturas como las que mis hermanas gestan estos días, y las que yo misma gestaré pronto. Acariciamos a los lobos hasta que nos veneran. Y a veces se van. Como nuestra sangre cada mes, como el océano lamiendo las costas intermitentemente. No me extraña que nos tengan tanto miedo. 

Warsan Shire escribió esto para Lemonade (Beyoncé, 2016) y me parece simplemente perfecto: 

Whenever he pulls out...loss. Dear moon, we blame you for floods...for the flush of blood...for men who are also wolves. We blame for the night, for the dark, for the ghosts. 

domingo, 9 de octubre de 2016

LA CREATIVIDAD NO SE PUEDE CAPITALIZAR


Y poco más se puede decir cuando grandes muy grandes ya han garabateado este problema muy eficazmente en el pasado. Baste mencionar, para el caso de las Humanidades, a Nuccio Ordine (La inutilidad de lo inútil), y para la toxicidad burocrática a David Graeber (La utopía de las normas): 

Mi conocimiento procede en gran parte de universidades, tanto del Reino Unido como de Estados Unidos. En ambos países, en los últimos treinta años se ha vivido una auténtica explosión de la proporción de horas dedicadas al papeleo administrativo, a expensas de casi todo lo demás. En mi propia universidad, por ejemplo, no sólo tenemos más personal administrativo que docente, sino que también se espera que los docentes pasen al menos el mismo tiempo realizando tareas administrativas que la suma del tiempo dedicado a la investigación y a dar clases. Esto sucede más o menos en todas las universidades del mundo. Esta explosión del papeleo es, a su vez, consecuencia directa de la introducción de técnicas de gestión corporativas, que siempre se justifican en términos de aumentar la eficacia, introduciendo la competición en todos los niveles. En la práctica, lo que estas técnicas de gestión acaban significando es que todo el mundo se pasa la mayor parte del tiempo intentando vender cosas a todos los demás: propuestas de becas, propuestas de libros, evaluaciones de nuestros colegas, prospectos para nuevas carreras interdisciplinarias, institutos, talleres de conferencias y las universidades mismas, que ahora se han convertido en marcas que comercializar para eventuales estudiante o colaboradores. Le mercadotecnia y las relaciones públicas han acabado por abarcar todos los aspectos de la vida universitaria. La consecuencia es un mar de documentos que tratan de impulsar la imaginación y la creatividad, dispuestos en un entorno que parece creado ex profeso para estrangular antes de que nazca cualquier manifestación de imaginación y creatividad.

Sin embargo hay una cosa que nadie menciona y a mí me preocupa soberanamente. No se trata sólo de la capitalización externa de la universidad como institución en las últimas décadas. Seamos honestos. La universidad está capitalizada hasta la médula -estructuralmente-  en la medida en que, como centro de generación de poder, lo distribuye y comercializa a través de las relaciones personales. Y no hablamos de una anécdota del departamento de al lado. Es que la universidad funciona así. Y en concreto el caso de España se lleva la palma, empezando desde los cimientos de la carrera del investigador, porque son pocos los doctorandos que eligen tema de investigación. Hay una beca, y para acceder a esa beca, si quieres, te dejamos investigar este tema, te concedemos el favor de investigar este tema que, además, a nosotros nos viene de puta madre. Hay variables en este asunto pero en términos generales la dinámica es esta. Incluso las mejores intenciones acaban en este tipo de soluciones, porque no hay alternativa. ¿Dónde deja esto la creatividad y la imaginación, por volver a los términos de Graeber? Quien pueda que se las arregle y consiga hacer de estas condiciones un escenario creativo y, quien no, a formar parte del ejército de burócratas de las próximas generaciones. Yo sé que tiene que haber una respuesta de tipo ético a esta mierda, sé que la tiene que haber, porque por mucho que teoricemos, si no volvemos a la ética, os digo yo que no salimos del hoyo. 

Y hasta aquí mi sermón de hoy. Feliz domingo. 


viernes, 7 de octubre de 2016

#TEAMMARSHALL



To be honest, I never thought I'd found myself talking this much about modernity and capitalism. I don't even know if this trend of thought is part of my personal life, part of those intense bed talks with my boyfriend, a chapter or my PhD dissertation or it's just that life has pushed me here for no reason at all. But the facts are the facts, and here's where I am now.  


A couple of months ago, I published some personal opinion about Foucault's hype. And here I go again, finding myself through the wise words of Marshall Bernan. Amen.



After being subjected to this for a while, we realize there is no freedom in Foucault's world, because his language forms a seamless web, a cage far more airtight than anything Weber ever dreamed of, into which no life can break. The mystery is why so many today's intellectuals seem to want to choke in with him. The answer, I suspect, is that Foucault offers a generation of refugees from the 1960's a world-historical alibi for the sense of passivity and helpless that gripped so many of us in the 1970's [I rather say today]

martes, 30 de agosto de 2016

Y vosotros cazando Pokémon


De Joan Cornellá al insufrible Dalí, pasando por las luces cinematográficas de Metrópolis, El Bosco lo había hecho ya todo. Qué movida tío, qué movida. 


lunes, 29 de agosto de 2016

La poesía del luchar


Yo sé que este es un tema muy manido, pero cuán excelsa es la poesía del luchar. 



No se puede uno aguantar las ganas de mirar, como si de una gran hoguera se tratase. 



Como el mismo fuego, luchar nunca pasa de moda. Se han inventado mejores formas de cocinar y de lidiar conflictos, sí, pero no me dirán que un buena ostia -aplicada deportivamente y en igualdad de condiciones- no es una de las cosas más bonitas que puede verse. 


Y no les hablo de la coreografía, de las líneas gráficas que desencadenan los puñetazos, casi casi no les hablo  ya ni de las teorías del límite humano de Bataille porque temo que me confundan con algún residuo atemporal del 68...



Pero ese  vórtice de violencia pía, ese estruendo enérgico que sacude a dos contrarios y los redime como el mejor de lo orgasmos... es una cosa preciosa, no me lo pueden negar.  


lunes, 22 de agosto de 2016

LÁTEX



Los que saben de esto dicen que está de moda. 







Es una forma de verlo. Yo me atrevería a glosar que desde un punto de vista filosófico (estético)  y funcional, existen demasiados puntos de confluencia  con algunas técnicas plásticas milenarias como los paños mojados, por ejemplo.  En el más platónico de los sentidos, cambia la materialización del concepto pero la idea original permanece intacta. 









viernes, 8 de julio de 2016

Barcelona&Estambul


No he conseguido encontrar online la foto que quería de Bernard Plossu. Era un paisaje industrial del sur de Francia, que podéis ver en el Jardín Botánico hasta finales de verano. He elegido sustituirla por esta de Barcelona, que aunque no se parezca tanto a Santa Sofía como la que he visto esta mañana, bien nos puede hacer un apaño. Ahora, dos ideas: una, la genialidad de Aby Warburg y posterior análisis de Didi-Huberman sobre las imágenes supervivientes, orgánicas, que trepan por las generaciones y se reproducen sin filtro, lo queramos nosotros o no. La segunda, más simplona,  ¿qué coño pensarán de estas movidas los alienígenas que nos observan? 


In vitro II (ft. Henri Lefebvre)



La mayor parte de los autores, si no todos, se instala muy confortablemente en el espacio mental (por consiguiente, en el espacio neokantiano o neocartesiano), demostrando de ese modo que la 'práctica teórica' no es más que una reflexión egocéntrica del intelectual occidental especializado- y que muy pronto puede no ser nada más que una conciencia esquizoide, enteramente disociada   

Henri Lefebvre, 1974

lunes, 20 de junio de 2016

In vitro


No es la primera vez que me cuestiono sobre la responsabilidad del investigador y los abismos que a veces abrimos entre lo que escribimos y lo que hacemos. Cómo herimos de muerte a la ciencia, peor aún: cómo nos herimos a nosotros mismos diciendo una cosa y haciendo la otra. Por ejemplo, ¿cómo puedo yo criticar desde la moral las plantaciones en Cuba cuando mis zapatillas las han hecho esclavos del sudeste asiático? ¿Por qué un catedrático baboso puede aleccionar en sus clases sobre teoría de género y luego comportarse como un cerdo ignorante en la cafetería? ¿Por qué estudiamos las cosas in vitro y no somos capaces de incorporar esos pequeños logros a la comunidad que nos rodea? ¿Es el sistema el que no nos lo permite, o somos nosotros mismos? ¿Mejoraría o empeoraría la investigación?...y, lo más importante: si no somos coherentes con el discurso que promulgamos,  ¿qué alternativa nos queda? 

jueves, 9 de junio de 2016

Autocensura

¿Por qué tengo qué dedicar parte de mi trabajo a redactar estas mierdas? Y lo peor...¿por que siempre acabo ejerciendo la autocensura para no verme aún más perjudicada? Esto va acabar pronto. Concretamente en julio. Un aperitivo de la realidad académica para todo aquel que siga creyendo en la universidad española. Besis.


¡Hola! 

La verdad es que siendo inteligentes es mejor que no comentes nada sobre este tema, total, no lo compartimos todos los participantes y si nos se explica bien puede dar lugar a malos entendidos. 

El caso es que A. y yo comentamos que los catedráticos, especialmente C. M., habían tenido ciertas actitudes paternalistas y sexistas hacia el trabajo de las mujeres, comentando poco o nada los trabajos de las doctorandas y haciendo comentarios machistas en el almuerzo (yo en el primero no estuve).

Lo dicho, son cosas muy sutiles que es difícil denunciar, sólo quería dejar constancia entre los compañeros de que esto ocurrió, y que basta ya de invisibilizarlo, pero puedes excluirlo de la carta. 

Muchas gracias y un abrazo bien fuerte, 

Ana

viernes, 27 de mayo de 2016

Why Becky With the Good Hair?


Algo pasa con el pelo, eso está claro. Como cuando Britney protagonizó un momento muy  pero que muy transcendente en el cual retó al imaginario mainstream desde todos los puntos de vista. Un eclipse para la industria. O al menos, para la suya.  


En fin, el poder del pelo es viejo como el sol, y lo único que sorprende es que -por una vez- se aplica equitativamente a hombres y mujeres. En fin, que supongo que a Beyoncé, untada de aceite y riquísima como está siempre, no hay par de tetas ni culo zumbón sobre la faz de la tierra que pueda molestarle. Pero el pelo, el pelo es otra cosa. El pelo bueno (el pelo liso) amenazará siempre a las negras. El pelo caucásico de Becky, esa utopía que puso en tela de juicio el reinado de Bey. 


miércoles, 25 de mayo de 2016

De brujería y corazones


Yo siempre he pensado que llevo algo de bruja en la sangre, algún resquicio del poder sanador de mi abuela Maruja -que era medio meiga y que varios babalawos cubanos aseguraron ver flotar encima de mi cuerpo-, alguna luz que aunque a mí me conduce casi siempre derecha a la destrucción, suele tener efectos taumatúrgicos en terceras personas. Nada exclusivo, ni sagrado, ni mejor, ni tampoco peor...sólo una energía muy muy loca que se me arremolina por dentro y unos sueños demasiado vívidos como para no estar intentando decir algo. Para colmo ahora también tengo a Garcilaso removiendo el mundo cada vez que pego el ojo. Y mira que yo sabía que esto iba a pasar, pero abuelo, ya te vale. 

Y hablando de sueños, soñé esto el otro día. Me pareció tan acertado y premonitorio,  que no puedo dejar de compartirlo: 

Mi hermana, mi padre y yo haciendo la compra en su supermercado cualquiera del madriñeño barrio de Conde de Casal. Bueno, cualquiera no. Creo recordar que era el Día de Cavanilles. De pronto, entre los estantes de comida, los clientes empiezan a sacar armas de fuego y a dispararse entre sí, y por supuesto a nosotros. Se monta una verdadera batalla campal. Nadie se fía de nadie. Todos apuntan al prójimo sin atenerse a razones. Aquél que corre a tu lado y con el que has intercambiado palabras amables, de pronto cambia de idea y te cubre de plomo. 

De pronto, papá nos esconde a María y a mí en una trinchera y nos explica su plan. "Vamos a recortar unos corazones de papel con estas tijeras", dice, "y nos los vamos a poner en la frente para que entiendan que no tenemos intención de hacerles daño". Mi hermana y yo nos miramos incrédulas pero accedemos a llevar a cabo la iniciativa suicida. Después de todo, no nos quedan muchas otras opciones. Salimos los tres a campo abierto, calle Cavanilles arriba, con el corazón en la mano, encima de la cabeza. Cuál es nuestra sorpresa que a nuestro paso la gente comienza a desarmarse, florecen los corazones de papel, se extingue súbitamente el incendio de metralla.  






miércoles, 11 de mayo de 2016

Yo la primera








Esos listillos que se sienten amenazados por la cultura mainstream, como las mariconas atrincheradas en el armario que acaban babeando comentarios misóginos y escandalosamente homófobos para dejar las fronteras bien claritas. No vaya a ser que quepa la duda.  Qué miedito da encontrarse con Sálvame "zappeando"y sentirse identificado hasta en el tuétano. Qué miedito.

Que si el arte ha muerto, que si ya está todo hecho, que si me duelen los juanetes. Muy miserable hay que ser para llegar a semejante conclusión. Cal viva en el alma. Esterilidad nuclear. Pues esos, esos digo. Los que se creen con derecho a decir si algo está bien o mal, embruteciendo al hombre,   arrastrándondolo espiritualmente a la prehistoria, a la moralina ilustrada, a nuestra vieja sangre de vasallos. En definitiva, entrando de cabeza y sin manguitos en el bucle capitalista que tanto condenan con su lenguaje de mierda.

Porque esa es otra, que estoy muy hasta el coño del lenguaje. Por culpa del lenguaje, gente como Pablo Iglesias llega lejos, y se considera inteligente. Cicerón hoy se daría contra la pared el pobre hombre, y no me extraña. Hubo un tiempo en que la retórica expandía el lenguaje, lo potenciaba, lo hacía volar por los aires (en el sentido lúdico y nunca destructivo de la expresión). Hoy parece que lo constriña, lo estandarice y le de las mejores puestos en la cadena alimenticia a aquél que sepa hablar medianamente bien. Y ojo, que el lenguaje es sólo reflejo del pensamiento, y no necesariamente pensamiento en sí mismo. Un dato importante. Mucho ruido y muy poquitas nueces. Just saying. 

viernes, 22 de abril de 2016

"Them humans do this all the time"


La Casa Encendida lleva una racha imbatible en lo que a exposiciones se refiere. Este finde termina Priority Innfield  (Lizzie Fitch y Ryan Trecartin). Una ecuación de sobredosis y fragmentación de lenguaje, alienación, nuevas tecnologías, banalidad y desasosiego. Y con esto podríamos estar nombrando el 80% de la producción artística actual. Pero siempre hay un primero en cada clase, y os juro que pagaría por meterme en la piel del vigilante de seguridad que está en la sala de Junior War y ver caer derrotados a todos y cada uno de los espectadores. Un espejo perturbadoramente verídico, muy voraz, un peta zetas de realidad tan atlético como una buena ostia en toda la puta cara.   

domingo, 17 de abril de 2016

Referencias, reverencias o Buddha y la academia (bonus track)



A careless person, 
Quoting much of the scriptural text 
but not living it
Cannot share the abundance of the holy life, 
Just as the cowherd, counting other people's 
cattle, 
Cannot taste the milk or ghee. 




The Dhammapada, verso 19. 

miércoles, 13 de abril de 2016

Recuperar el mercado

Les Halles

En el principio sólo estaba el Mercado. Una fuerza magna, centrípeta y centrífuga, agujero negro de lo humano y lo divino, lugar donde encontrar sustento para el alma y para el cuerpo. Ahora bien, aquellos centros de gravedad previos al siglo XIX, entendían el comercio y el ocio como dos elementos complementarios pero nítidamente excluyentes. 

Antiguo Mercado de la Cebada

Las turbulencias previas a la cultura del mall comienzan cuando el acto de comprar -elementos exclusivos, vistosos, teatralmente dispuestos en los estantes del mercado o de los conocidos pasajes de Benjamin- se promociona como acto de ocio en sí mismo. Esto dio paso a una nueva era que, finalmente, encontró insuficiente el espacio del mercado tradicional y se diseminó en boutiques, galerías y, finalmente, centros comerciales. El mercado quedó como algo cutre, algo que a Félix de Azúa no le gustaría, en fin, un despropósito. 

Souvenirs de Luminaria (Mercado de Usera) 

Contra la corriente de gentrificación dominante de mercaditos diseñados como casas de muñecas, escenografías pintorescas de un tiempo pasado nunca conocido, todavía nos queda la ilusión de proyectos como Luminaria, con sede en el Mercado de Usera (Madrid).  


Viviana B. Troya para Luminaria (Mercado de Usera) 

Un rayo de luz esperanzador que interactua con las luces de neón y las tripas de vaca, las potencia incluso, les da una nueva dimensión sin extirparles ni una pizca de su esencia. 


Escuela de Danza Terpicore para Luminaria (Mercado de Usera)

El poder gregario del mercado vuelve a conjugar comunidad y expresión de cultura en varios proyectos a lo largo y ancho de la Península. El año pasado Ángel Rodríguez presentaba su última obra en un puesto de frutas del mercado de abastos de Jaén, foro que también ha acogido propuestas menos púdicas como las que presentaba hace unos meses Marc Montejano. 


Presentación del poeta Ángel Rodríguez  (Mercado de Abastos de Jaén)

Chair, de Marc Montejano (Mercado de Abastos de Jaén) 

domingo, 10 de abril de 2016

endogénesis


¡Lo bonito que es el Arte cuando no lo puede explicar uno! ¡Ni le da la puta gana! 


Cuando va a El Escorial  a ver tapices de El Bosco y -como niño que por primera vez reconoce la forma del cerebro en el interior de una nuez- descubre sorprendido una estampa japonesa labrada por los delicados hilos de Flandes.  


Las firmes líneas de luz en el horizonte, en el mar,  ese azul que se diluye ... ¡Qué bonito! 


miércoles, 6 de abril de 2016

Humanidades y Capitalismo: una historia de amor




¿Por qué nos pone tanto Foucault a los humanistas? ¿Por qué sigue siendo el big daddy hoy en día, tantos mayos después del 68? 

Porque Michel, quiero pensar que desde la más absoluta inocencia, abrió la posibilidad de la explotación científica en el campo de las Humanidades, esto es, el dinero, la pasta, la guita. 

The  C.A.S.H, bro!

Desde una estructura capitalista que sutilmente le había calado hasta el tuétano, rechazó el discurso por el discurso, que se consumía en sí mismo, y aplicó disciplinas hasta entonces restringidas al ámbito del progreso con el fin, le he leído ya en varios ensayos, de incrementar la agencia del historiador sobre la Historia, de r e n t a b i l i z a r su labor, de buscarle utilidad

Esto que -como el liberalismo, los chupitos de jagger, o las propuestas "políticas" de Pablo Iglesias- en principio puede parecer una buenísima idea, entraña una herida de muerte a la quintaesencia de las Humanidades: tratar de entender al ser humano, sabiendo de antemano que nadie ha tenido nunca ni tendrá ni puta idea de lo que somos, de dónde venimos y, mucho menos, a dónde vamos. 

Ni te cuento cómo ha evolucionado la historia.


Esta entrada es de Chete, por la inspiración diaria


domingo, 3 de abril de 2016

De la mujer y la casa, penútima entrega.


Esta historia comienza, como tantas otras en nuestra telaraña occidental, con una virgen. Dorothy Gale, o la Santa Madre de Dios bajo la advocación de Loreto. Tanto me da que me da lo mismo. 


Y ojito al mensaje, ojito. No al que redacta el fraile para justificar el saqueo de Tierra Santa por los cruzados, ni siquiera el de un puñado de guionistas yankees expectantes de una II Guerra Mundial en el vertedero moral de Hollywood (ya teníamos la Virgen, nos faltaba la Guerra, porque siempre hay una guerra en estos cuentos, no les quepa la menor duda). No, no. Hablo más bien de lo que ha quedado para los restos y ha perpetuado visualmente la falacia biológica de la que, en mayor o menor grado, llevamos siendo víctimas las mujeres desde que estaban pasando la Biblia a limpio, si no antes. 


Esa iconografía de que la mujer es el alma de la casa, el hogar que decían los latinos. Que la casa no se entiende sin mujer y que, como en estos casos, es ella la que pertenece al inmueble, y no al revés. La mujer es el motor de la vivienda porque sin ella no se explica, pierde su esencia más primaria, pero a la vez es esclava de la misma.  Y si a la casa se le pone en el coño volar miles de kilómetros a Loreto o al arcoiris de Oz o vaya usted a saber dónde, la mujer se jode y viaja de equipaje de mano. Punto en boca. 

miércoles, 17 de febrero de 2016

Referencias, reverencias o Ana Amigo y la academia





Para concluir, me gustaría invitar a una reflexión desde mi experiencia personal. No es ninguna novedad que la Universidad y el medio académico atraviesan tiempos difíciles, pero considero que a veces nos centramos más en el sistema externo y no prestamos atención al malestar sistémico que encontramos en los departamentos y grupos de trabajo. La situación de permanente lucha, el entorno de desconfianza, los circuitos cerrados de ego… afectan directamente  a la calidad de la producción científica. Es verdad que, como dijera George Bataille, la censura económica nos sitúa en una posición humillante, pero se debiera hacer un esfuerzo por propiciar una comunidad científica más responsable, menos agresiva y, en definitiva, cuya calidad humana estuviese a la altura de los trofeos que tanto ostenta. 


[Tomado de la ponencia para el I Seminario de Doctorado del Departamento de Arte II (mayo 2015)]



lunes, 15 de febrero de 2016

Susana y los viejos



Qué duda cabe de que Paolo Sorrentino siente debilidad por los debates clásicos de nuestra genética cultural. Viejos topos que no nos quitamos ni con agua caliente, tan antiguos como la certeza de que nunca lograremos resolverlos. Tampoco Susana fue novedad en su día, seguidora de Diana y todos aquéllos que perpetraron su prístina zona de confort. En el caso de Sorrentino me gusta Miss Universo porque invierte la fragilidad femenina. No la invierte, no, la dinamita. Y con una fórmula tan simple como eficaz.  Como todo bombón contemporáneo, la sobre-exposición refleja en esta Susana una censura invertida del desnudo, una calamidad contemporánea de la que toda mujer (blanca, rica y occidental) es objeto, pero con un punto irónico y de autoaceptación que dará quebraderos de cabeza a las más puras y feministas. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Referencias, reverencias o Hegel y la academia (dialéctica del amo y el becario)





El hombre puede desear una cosa, pero si la desea la desea humanamente: la desea si otro hombre la desea. Impongo mi deseo al de este y lo obligo a reconocerme en mi superioridad y a reconocer mi derecho a la cosa. No habría –y aquí reside la agudeza de este análisis– un deseo inmediato de la cosa. El hombre no desea una cosa de modo inmediato, como el animal, sino mediato. La desea porque otro la desea y la desea para imponerse a este otro y hacerse reconocer por él. Ahora bien, si desea la cosa para lograr que el otro, sometiéndose, deje de desearla y se la entregue desistiendo de ella, vemos que eso que en verdad desea sigue siendo el deseo, el reconocimiento del otro. 

¿Cómo es esta lucha por el reconocimiento? 

miércoles, 27 de enero de 2016

Sobre cómo la imagen es la nueva iconoclastia




En mi nueva terapia bautizada como procastinación activa, decidí el otro día trabajar aún menos de lo habitual y acercarme al Reina a merendar sarcasmo. Encontré a Hito Steyerl deambulando locuazmente por cuestiones muy serias y muy importantes, cuestiones tratadas antes por el gran Chomsky o mi querido James Elkins, pero desde un punto de vista muy, muy gracioso. 

Steyerl es exquisitamente pertinente. Como en Ojo Mágico, el mensaje se va haciendo nítido a medida que pasan los minutos frente a su obra. Me recordó un poco a las ideas que el profesor WJT Mitchell presentó en Nueva York bajo el título Method, Madness, and Montage: Aby Warburg to John Nash, en referencia a la sobredosis de imagen y sus consecuencias narcóticas. Pero es que nunca se habla lo suficiente de este tema, o al menos pienso que casi nunca se habla bien. 

Por eso es un gustazo encontrarse con muestras como Duty-Free Art. Algo así como La tierra para quien la trabaja pero más en plan El arte para quien lo ama. No sé si me explico.