miércoles, 29 de abril de 2015

BREAK THE INTERNET



Un amigo cubano me dijo que a veces se paseaba por el Museo de Bellas Artes de La Habana buscando mi cuerpo europeo en los grandes formatos académicos que en su día adornaron los mejores salones de El Vedado. La raza negra tiene en Cuba el inconveniente de ser lo común, y por tanto no interesa. En cuanto a Mrs. West, Kim Kardashian para el público, la encuentro un producto delicioso. El aceite, el cava, el bálsamo de narcisismo que cubría su cuerpo como un vigoroso esmalte...quedarán para los anales de esta década, y aún así no la cambio por las niñas de Courbert  y tantos otros maestros que estos días juegan con el agua y el pudor de sus espectadores en una oscura sala de Recoletos. 

lunes, 20 de abril de 2015

TERESÍSMICA



Teresística es una creación colectiva. Una obra magistralmente ejecutada por Lacosaneutra&cía en Espacio Labruc cada jueves del presente mes de abril. Teresística es una pequeña gran joya en la que mi buena amiga Cristina Carrasco y unas hojas de lechuga interactúan de tal forma que el montaje no se convierte en la típica escenita pusilánime para ver mientras van abriendo el Camacho.  Y las probabilidades eran altas si tenemos en cuenta la línea habitual de los autoproclamados "festivales independientes"  bajo el patrocinio de Doña Comunidad de Madrid. 

Todo lo contrario. Teresística es una pieza colectiva no sólo porque en su creación hayan colaborado, junto al director Ángel Málaga, todos los implicados, sino porque en cada suspiro del texto, en cada convulsión mística, el espectador siente un poder sísmico añejo, sacado de Ávila y de sí mismo, de todos nosotros como colectivo humano, que se apodera de la sala y nos sigue acompañando hasta el tercer o cuarto yayo.

BRAVO.


Querida Historia del Arte


Perdónanos por buscarte sólo en el capricho de las modas, por engendrar batallas banales en tu nombre, por prostituirte cada día en lo museos, en las aulas, en los congresos, en las revistas indexadas de alto impacto...por hacerte cargar con la ceguera de nuestros egos y los descalabros de nuestra dignidad. Por no dejarte ser, que es lo único que eres. Por no llorarte nunca.

Querida Historia del Arte, perdónanos por haberte convertido en dogma.  Perdónanos, como sólo tú puedes hacerlo,  por haber dejado de disfrutar de ti.